Huellas culturales
Bienvenidos a este, su espacio para hablar y conocer un poco más acerca de nuestra cultura y las huellas de nuestros ancestros.
Núcleo Problémico #1: Concepto de Cultura y apropiación Precolombina
“La cultura no es solamente para la burguesía, la clase obrera tiene derecho a reproducir su cultura, su historia y su lucha de clase materializada en sus diversos modos de expresión cultural.”
- La cultura es todo un conjunto que contiene todos y cada uno de los elementos que distinguen y hacen única a todas y cada una de las comunidades que habitan un territorio; es decir, esta palabra encierra: costumbres, formas de vestir, modos de vida, manifestaciones artísticas propias de la comunidad, comidas predilectas, dialectos, ideologías políticas y religiosas, los medios y herramientas que poseen para la producción en sus diferentes actividades de sustento económico, además de todas y cada una de sus habilidades y capacidades para la supervivencia y adaptación a su medio, etc.
- Todo lo anterior forma el concepto de cultura y le permite a sus miembros definirse frente a otras culturas, es su identidad y además el espacio en el que hacen una resignificación de lo que conocen y lo adaptan a su modo de ser y vivir.
Existen muchas maneras de aprender más sobre los pueblos ancestrales que habitaban Colombia desde hace cientos de años y cuyas tradiciones se han extendido hasta nuestros días. Lugares que podrías visitar para conocer más de nuestra historia
¿Qué importancia representa lo precolombino en nuestra cultura?
En el territorio que actualmente ocupamos los colombianos, hubo un gran número de culturas precolombinas que pese a su alto desarrollo, desaparecieron en su mayoría.
“La época precolombina se refiere al período histórico de Colombia anterior a la colonización española. El término –precolombina- se refiere a los pueblos que habitaban América antes de la llegada de Cristóbal Colón en 1492, pero aplicado exclusivamente a las antiguas colonias españolas en el continente, lo que hoy conocemos como Hispanoamérica”.
La mayor parte de la existencia de estas culturas se basó en cultivar una filosofía de la relación del hombre con la naturaleza y conceptos como la necesidad de la convivencia sosegada, la conducta discreta, la opción por el equilibrio.
En Colombia como en casi todo el territorio de América, la aparición de la agricultura produjo una transformación socioeconómica en los grupos indígenas, propiciando en muchas comunidades un cambio fundamental: se pasó de una sociedad tribal igualitaria, a pequeños Reinos, en los cuales comenzó a aparecer cierta diferenciación social, sin existir aún la propiedad privada.
Debido a esto se dio el surgimiento de comunidades a las que se les conoce como las Culturas Indígenas Precolombinas, que en Colombia fueron conformadas por varios grupos importantes, como la Cultura de Nariño, Cultura de Tierradentro, y los Pijaos.
Estas culturas se destacaron por tener seres que eran agricultores, ceramistas, tejedores y orfebres, incluso, los hallazgos arqueológicos en Colombia confirman que los grupos indígenas de esta zona fueron los mejores orfebres de la América precolombina , tanto en la técnica como en la calidad artística. Amplía aquí la información
Ahora...
Cultura Muisca
La contribución de los muiscas a la cultura colombiana es quizás la más importante. Se destacan juegos como el tejo (turmequé), que fue inventado por los muiscas, y al que los españoles le agregaron el detalle de la pólvora. La mitología muisca ha trascendido debido a que Bogotá se instituyó como capital del Nuevo Reino de Granada, y muchos cronistas se asentaron allí. Según los muiscas, entre sus varios dioses, los más importantes eran Sua (el Sol), a quien erigieron el templo de Sugamuxi o Suamox (Sogamoso). Chía (la Luna), y su templo en el pueblo que hoy lleva ese mismo nombre, el segundo en orden de importancia. Otros personajes como Bochica, que no eran dioses, eran recordados por todos. Además, los muiscas son la nación que dio origen a la leyenda de "El Dorado".
Eran los únicos productores de esmeraldas, monopolizaron la minería del cobre, el carbón tanto vegetal como mineral, y contaban con las minas de sal de Nemocón, Zipaquirá y Tausa. Las esmeraldas, la sal y el cobre, necesarios para fabricar joyas, eran canjeadas con los pijaos y los panches, que habitaban el sur; en cambio, estos les daban oro, que tenían en abundancia. Los bosques eran públicos, al igual que las lagunas, los páramos y las riveras de los ríos, haciendo la producción alimenticia acorde a las necesidades de cada habitante. En Bacatá, Chocontá y Hunza, se establecieron los tres grandes mercados donde la gente se reunía a cambiar sus mercancías. Las fuentes saladas estaban rodeadas de hornos, que podían ser usados por todos para evaporar el agua y obtener sal gema. Su mecanismo social de redistribución funcionó paralelamente al sistema de intercambio. Los caciques captaban los excedentes productivos por medio de tributo, redistribuyendo una parte entre la población a través de un fondo de consumo común.
¿Qué técnica artística es representativa de esta cultura precolombina?
Pieza característica de la orfebrería. Fundida a la cera perdida, carente de pulimento y con los rasgos figurativos esquematizados como códigos gráficos. Antropomorfo de dos cabezas encerrado en un cercado. Tamaño: 9,1 x 5,7 x 6,4 cm.
Los "tunjos", son un compendio visual de tipos sociales, los detallas se representan esquemáticamente con finos alambres. En la imagen una mujer sosteniendo a su hijo con un brazo, con el otro una especie de bastón.
Pectoral representado el vuelo del chamán. Pieza de ofrenda en forma de rostro o máscara.
Las narigueras como los colgantes, simbolizaban jerarquía y alcurnia para sus poseedores. Piezas del Museo del Oro del Banco de la República, Bogotá, Colombia. |
Para los orfebres muiscas, el arte tenía un doble significado: expresión estética y simbolismo religioso. El oro que obtenían por intercambio con los pobladores de las riberas del río Magdalena, lo trabajaban con el cobre, obteniendo el tumbaga una aleación de color bronceado. Sobresalían en la técnica de la cera perdida y utilizaban matrices de piedra. Las piezas:
Tunjos:
Son las más pequeñas y representativas de los muiscas, que muestran casi siempre un personaje humanoide, generalmente elaborados para ofrendar a los dioses.
La factura es siempre similar: sobre una plancha se dibujan las formas humanas y su atuendo con hilo de tumbaga.
La terminación es descuidada pues muestra las rebabas de la fundición.
Pectorales:
Los pectorales muestran un meditado diseño y una acabada terminación. Son imágenes humanoides, que aluden a seres míticos o a personajes de su sociedad.
Están realizados con planchas gruesas y fundidas en tumbaga.
Colgantes y narigueras.
Simbolizaban jerarquía y alcurnia para sus poseedores.
Las narigueras, se objetivan abstracciones de aves y entramados de chapa e hilo trenzado junto a colgantes adosados.
Los colgantes presentan un similar sentido ornamental pero mayor cuidado en la terminación.
Los grandes talleres de cerámica estaban en los territorios de Tocancipá, Gachancipá, Cogua, Guatavita, Guasca y Ráquira, cuyas arcillas les ofrecían una materia prima excelente.
Sus productos eran para uso doméstico, ofrendas a los dioses, o intercambio comercial.
Elaboraron su cerámica modelando directamente el barro, o por medio de rollos de arcilla en espiral.
En lugar de cántaros fabricaban jarras de cuello alto, se hallaron fruteras con un pequeño pie, ollas de múltiples asas, vasijas en forma de hombres, a las cuales les abrían un agujero, en el vientre o en la cabeza, para guardar en ellas los tunjos y esmeraldas. Son frecuentes figuras humanas sobre cuyo pecho había una insignia en "X".
Algunas piezas fueron adornadas con aplicaciones de pastillaje y con incisiones; cuando están pintadas, tienen fondos terracota y dibujos espirales predominantes en negro.
1. Vasija subglobular (múcura) con cuello estrecho alto y hombro angular. Tamaño: 43 x 34 cm. |
Arriba: Técnicas de tejido, según, Tavera y Urbina, 1994. Abajo: Manta decorada, Museo del Oro, Colombia. |
Las evidencias textiles muiscas, provienen de cuevas en los páramos y tal vez de santuarios; por las crónicas sabemos que las mantas eran preciadas, presentes como regalo en los festejos, las usaban coloradas en señal de luto y los cortesanos de Tunja muy ricas y decoradas. Las momias eran envueltas en finos tejidos de algodón.
Emplearon para tejer fibras vegetales como el algodón y el fique, el primero lo usaron principalmente para la fabricación de mantas y el segundo para cuerdas y mochilas.
En el proceso del hilado para la elaboración de la fibra, utilizaron husos cuyos volantes eran de piedra con los que produjeron hilos muy finos de excelente calidad. Manejando una compleja técnica producían telas de una sola pieza con innumerables entretejidos, muy resistentes.
Desarrollaron la tintorería, para darle color usaron colorantes y pigmentos naturales de origen vegetal y mineral obteniendo una gama variada de colores. Las pinturas eran motivos geométricos, al parecer de carácter simbólico.
En las mantas, introdujeron hilos de urdimbre tinturados generalmente de color marrón oscuro formando rayas angostas, que en algunos casos limitaban el espacio donde se pintaba la tela.
Hasta el momento no existe el hallazgo arqueológico de un telar muisca y no se conoce ninguna cita de cronista al respecto.
Fuentes:
Balsa Muisca |
La figura hace alusión a la ceremonia de la leyenda de El Dorado. Representa el acto de investidura de poder de los jefes muiscas que se celebraba en la laguna de Guatavita, en el cual el heredero del cacicazgo cubría su cuerpo con oro en polvo y acompañado del pueblo arrojaba oro y esmeraldas como ofrenda a los dioses.
Los Muiscas solían hacer matrices o moldes de diferentes tipos de roca como pizarras y obsidiana y vertían su oro fundido o tumbaga en la matriz. Cuando los metales se enfriaban y solidificaban, luego eliminaban los moldes de piedra y los tunjos permanecían. Para crear los tunjos 2D, usaron un proceso de fundición a la cera usando cera de abejas para hacer la figura, colocaron el tunjo de cera en arcilla, que se calentó para evaporar la cera y el oro o tumbaga se vertía en el espacio vacío que quedaba.
El diseño de la mayoría de los tunjos parece tener alambre de oro soldado o soldado en su superficie. Esto, sin embargo, no es el caso y el análisis de las dendritas formadas en el metal han demostrado que, de hecho, han sido fundidas como una sola pieza.
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